Te damos algunos consejos para disfrutar del sol y cuidar la piel de toda la familia. Conocé como protegerte de los rayos UV.
La exposición excesiva al sol puede producir envejecimiento de la piel, cataratas y cáncer de piel. Los cuidados deben mantenerse durante todo el año, y no sólo con la llegada del calor donde el riesgo aumenta debido a la intensidad de los rayos solares.
Por eso, para que el sol y la vida al aire libre no se conviertan en un riesgo, te recomendamos simples medidas de prevención:
-Utilizar fotoprotectores o filtros solares que tengan las siguientes características:
• Protección frente rayos UVA y UVB.
• Resistente a la fricción y roce (rubproof) y al agua (waterproof).
• FPS mayor o igual a 30 (mientras más alto sea el valor de FPS, más tiempo de exposición sin presentar quemadura solar).
-Usar barras de labios y nariz, crema para la cara y leche o solución oleosa o gel para el cuerpo.
– Evitar exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas. ( horario en que la sombra es más corta que la estatura de la persona).
– Las actividades acuáticas al aire libre incrementan la exposición.
– En los días nublados hay un 20-40% de radiación ultravioleta, y a mayor altitud aumenta la intensidad de la radiación.
– Tener en cuenta el efecto multiplicador de superficies reflectantes como la nieve, arena, agua, muros blancos, entre otras.
– No olvidar que las nubes no proporcionan protección
– Cubrir la cabeza con gorras de visera ancha para proteger la cara y ojos (al menos 7 cm).
– Usar gafas con filtros para rayos UVA y UVB, protegen de lesiones oculares y cataratas. Las monturas deben ajustarse correctamente, próximas al globo ocular y de buen tamaño, si es posible con protección lateral.
Es importante destacar que el uso adecuado de fotoprotectores, que deben tener un factor de protección (PSF) mayor o igual a 30, deben ser aplicados sobre piel seca, 20 minutos antes de la exposición y reaplicarlos después del baño. La aplicación debe ser generosa y frecuente cada 3 a 4 horas, a lo largo de todo el año, especialmente desde septiembre a marzo. En el caso de los niños menores de 6 meses, no deben utilizar fotoprotectores, por lo tanto, la única alternativa es no exponerlos al sol.
Hay grupos que potencialmente pueden resultar más afectados: las mujeres embarazadas; las personas mayores de 65 años; y quienes padecen enfermedades crónicas como, por ejemplo, afecciones respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, obesidad y/o diabetes.
Por último, es importante hidratar la piel por dentro como por fuera, ya que el cuerpo pierde más agua cuando hace calor. Se recomienda beber agua y jugos de frutas naturales en mayor cantidad e hidratar la piel adecuadamente, utilizando cremas tanto en la cara como en el resto del cuerpo.
Fuente: Ministerio de Salud y Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).